Si el desarrollo emocional de los niños es una tarea irrenunciable -sea cual sea el escenario- la aparición del COVID 19 requiere a reforzar en los padres las capacidades prácticas para cuidarlos, entenderlos, en un ambiente integral de crecimiento. Es lo que en psicología se conoce como parentalidad positiva. Por eso es necesario entender que la empatía es el punto inicial de empatía para llegar a ese largo -pero no inalcanzable camino- de acompañamiento familiar como proceso espontáneo, natural y ¿por qué no?, hasta divertido, dependiendo de cómo sean los hábitos puertas a dentro de cada hogar.
Es así como presentamos 8 aspectos que desde Conectados te invitamos a tener en cuenta para garantizar un desarrollo parental ideal, que estreche vínculos en un momento de segregación social y distanciamiento producto de la pandemia.
8 PRINCIPIOS SOBRE PARENTALIDAD POSITIVA Y BUENOS TRATOS.
1. Derecho al cuidado
¡Cuídalos! No solo para evitar una caída mientras juegan, o un incidente doméstico mientras estás ocupado en el hogar. Como seres integrales, los niños también necesitan cuidados afectivos para que se sientan en un ambiente cálido y seguro.
2. CONOCER, PROTEGER Y DIALOGAR
No desistas. La parentalidad positiva exige paciencia y esfuerzo. Está basada en tres premisas: 1. Conocer y entender a los niños: cómo sienten, piensan y reaccionan según su etapa de desarrollo 2. Ofrecer seguridad y estabilidad. 3. Resolver sus problemas sin castigos físicos o psicológicos.
3. EL VÍNCULO AFECTIVO ES DETERMINANTE
Los vínculos afectivos son lazos invisibles pero muy poderosos. Nuestro deber como adultos es fortalecer esos vínculos, generando en ellos seguridad y tranquilidad.
4. EL AFECTO DEBE DEMOSTRARSE ABIERTAMENTE PARA QUE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS SE SIENTAN QUERIDOS
Como seres ajenos al prejuicio, los niños manifiestan su amor de forma genuina y espontánea, sin la censura o tabú propio de los adultos. Demuéstrale cuánto le quieres y amas. Hazle saber que es un niño amado.
5. Normas y límites
El niño y la niña necesitan un entorno predecible y saber qué esperan de él o ella sus padres, lo cual les aporta seguridad. Explícales de forma coherente en un lenguaje sencillo. No vale el “porque yo lo digo”.
6. TOMAR DECISIONES Y SENTIRSE RESPONSABLES
Si se implica a los niños y niñas en el establecimiento de las normas es más fácil que las comprendan y acepten. Se pueden conseguir así decisiones más creativas y tan geniales como sus maneras simples de ver la vida.
7. CONTROL EN LAS SANCIONES
Si el pequeño se porta mal, las sanciones deben ser proporcionadas y ejemplares, y aplicarse rápidamente y de manera firme, pero tranquila y respetuosa. No por ser pequeños deben soportar abusos de autoridad.
8. PADRES ESTABLES
Asumir una maternidad o paternidad responsable y positiva implica también cuidarse a uno mismo, buscar momentos de relajo y disfrute personal que proporcionen descanso y fuerza para poder “tirar del carro” de la familia. Así que ya sabes, ¡cuídate y quiérete tú también!
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