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LA CASA NO ES UNA ESCUELA

LA FORMACIÓN ESCOLAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA


Como resultado de la pandemia actual, y con el fin de reducir el número de contagios, las autoridades gubernamentales se han visto en la necesidad de cerrar los planteles educativos. Aún cuando se han implementado mecanismos alternativos, especialmente de carácter tecnológico, para suplir la pérdida de clases y que los jóvenes no pierdan el año escolar, existe un número significativo de personas que, desafortunadamente, no tienen acceso al Internet.


Del mismo modo, muchos profesores no estaban preparados para la nueva modalidad de educación a distancia, al mismo tiempo que, los padres y apoderados tampoco estaban listos para asumir un papel más protagónico en la formación educativa de los niños, que lejos de representar un plus, podría generar consecuencias nocivas para la formación de los más pequeños.

Una de las consecuencias que pudiera surgir de todo esta situación, pudiera ser la deserción escolar, así como la falta de preparación, tanto académica como emocional del aspirante, al momento de rendir la PTU.

LA DESERCIÓN ESCOLAR

Debido a la contingencia mundial, el sistema educacional se ha modificado por completo para poder adaptarse a las medidas de prevención de contagios de covid, es así que la deserción escolar ha aumentado.

Es relevante mencionar que la deserción se relaciona con la capacidad del individuo para cumplir exitosamente con sus tareas escolares, es decir, se centra en los atributos individuales, intelectuales y motivacionales.


Para un mejor abordaje ante una posible deserción escolar en los niños y adolescentes, se sugiere tener en consideración las siguientes recomendaciones:


1. Comprender y validar las emociones de nuestros hijos, esto quiere decir que hay que comprender que se ha modificado la forma de enseñar y aprender, por lo que pueden surgir frustración, ansiedad o estrés, por lo que se aconseja desarrollar y mantener una comunicación y escucha activa con nuestros hijos para profundizar en ¿qué siente? ¿porque lo siente? Entre otras preguntas y en conjunto encontrar alguna solución a la emoción que se pueda gatillar. La posibilidad de expresar sus emociones ya le permite procesarlas y es poyo los niños.


2. Reconocer los atributos que tienen nuestros hijos mencionando la importancia de sus acciones y cualidades dentro de la vida diaria, lo que ayudara a formar un buen autoconcepto.


3. Entender que las situaciones anímicas o emocionales juegan un rol fundamental en la deserción escolar, por lo cual es esencial poder ayudar a expresar estas emociones.


4. Comentarles que si bien pueden sentirse frustrados en este momento y puede ser difícil seguir las clases, este es un momento especial en la historia y que en algún momento volverá a clases presenciales, por lo cual es importante que haga su mejor esfuerzo para aprender y avanzar, con el fin de que pueda retomar el ritmo y reincoporarse lo mejor posible.


Sin duda hay otros factores externos que pueden causar la deserción escolar. Según estudios realizados por la UNICEF y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los principales factores de deserción escolar son: la pobreza, la desnutrición, la exclusión social o el entorno familiar. El no contar con una residencia en condiciones o la falta apoyo de los padres, suelen ser grandes barreras que impiden que los jóvenes culminen sus estudios.

Te invitamos a entregar la atención suficiente a tu hijo y ser un apoyo en su proceso educacional. Pero ¿ porqué es importante la educación?

- En primer lugar los niños enriquecen su dominio intelectual, adquieren y desarrollan habilidades comunicativas para compartir con otro.

- Se dotan de habilidades y actitudes e intereses para que su inserción en la sociedad sea exitosa.

- Se relacionan con sus semejantes y adquieren poco a poco su independencia y autonomía, el sentido de reciprocidad, solidaridad y justicia.

- Favorece en la construcción del autoconcepto y de la propia identidad.

- Además, favorece una mejor calidad de vida en el futuro.

- Generan vínculos y redes que son relevantes en su futuro, tanto asociados como apoyo emocional como laboral.

CONSECUENCIAS DE LA DESERCIÓN ESCOLAR

Entre las consecuencias que más destacan se pueden mencionar las siguientes:

• Afecta el desarrollo del capital humano de un país.

• Reduce las posibilidades de acceder a trabajos mejor remunerados

• Desigualdad social.

• Aumenta la delincuencia

• Depresiones y frustraciones personales por no haber culminado sus estudios o carrera profesional.

• Aumenta el número de personas dependientes de las ayudas del Estado.

• Limitar el desarrollo económico y social de los países.

PTU

Rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) suele constituir un periodo de mucho desgaste para la mayoría de los estudiantes. Ello, considerando de que se trata de un test estandarizado que podría definir el futuro de quienes buscan ingresar a la universidad.

Debido a la trascendencia de esta prueba, muchos aspirantes, desafortunadamente, experimentan altos niveles de estrés y ansiedad, los cuales, de no ser manejados de manera eficiente, pueden repercutir negativamente en su desempeño durante la prueba.

Uno de los factores que más genera estrés, entre quienes culminan la enseñanza media, es el hecho de que se tiene que abandonar una etapa importante de sus vidas, caracterizada muchas veces por bajos niveles de responsabilidad y preocupación, para pasar a un mundo con reglas adultas, con las implicancias que ello conlleva, ya sea en la educación superior o en el trabajo.

No todos los jóvenes tienen la misma capacidad para tolerar el estrés y la ansiedad, la cual dependerá de muchos factores tanto internos como externos. Entre las principales está el apoyo social, que tiene aspectos tanto afectivos (familia, amigos, personas que acojan, aconsejen, consuelen, etc.) como materiales (tener un entorno que te provea de techo, seguridad alimentaria, seguridad física, no ser víctimas de maltrato, entre otras). En tal sentido, entre mayor y mejor soporte social tiene el estudiante, probablemente le será más fácil tolerar el estrés. Adicionalmente, están los sucesos externos sociales del último tiempo como el estallido social y la pandemia que han interferido en sus clases y estudios normales, y que también los han afectado emocionalmente, aumentado el estrés por esta prueba.

Por otra parte, dentro de los factores internos, está su salud, tanto física como mental. Si un alumno tiene problemas de salud mental como por ejemplo, depresión y, además, tiene que enfrentar la PSU, el impacto de ese estrés podría ser mucho mayor en esa persona.

CÓMO AFRONTAR EL ESTRÉS CAUSADO POR LA PSU

Lo primero que el aspirante debe hacer es descubrir, con la asistencia de sus padres y facultativos si sufre de alguna condición física o mental que podría hacerlo susceptible a sufrir ansiedad y estrés de una forma más desproporcionada, con el fin que busque el apoyo necesario para superar estas dificultades. Al mismo tiempo, se debe estar atento a su dieta alimenticia y a los periodos de vigilia y sueño. Un aspirante mal alimentado y con periodos descontrolados es más propenso a sufrir estrés y ansiedad, afectando su capacidad de atención y concentración, por ende, su aprendizaje.

Por otra parte, desde el punto de vista psicológico, el aspirante debe ordenar sus metas y tener claras sus expectativas, las cuales deben ser realistas. Todo esto se traduce en que el estudiante debe conocer de antemano sus aptitudes y vocaciones para luego elegir el camino a trazar y rendir la PSU. La posibilidad de planificar sus estudios y materias de antemano le permite ajustar esta información que debe repasar a plazos, identificar falencias en materias con el fin de reforzarlas, así como, poder identificar logros y progresos en sus estudios.

Ahora bien, es posible identificar vacíos en la formación, pero lo conveniente es que éstos no se identifiquen el día antes de la prueba. Si se identifican a tiempo, probablemente tengas tiempo para abordarlos adecuadamente y prepararte mejor para la prueba. Por otro lado, puede ayudar la posibilidad de hacer grupos de estudios heterogéneos, es decir, que te juntes con compañeros y amigos que tengan algún ramo más fuerte, así se pueden apoyar y aprender mutuamente.

Asimismo, el aspirante debe rendir la prueba dando lo mejor de sí, ya que el éxito del mismo no depende de cuánto se ha preparado durante las últimas semanas previas al examen, lo cual no deja de tener cierta importancia, sino que a la larga, debe reflejar el resultado de su formación básica y media a lo largo de su vida. De allí la importancia de que el estudiante tenga expectativas claras y reales.

También es importante que el aspirante identifique quién en su círculo social puede afectar en su salud emocional. Muchas veces, los padres, familiares y amigos, aún cuando no tengan mala intención, pueden constituir en una fuente de estrés y ansiedad, debido a que muchas veces confunden la presión con la motivación. En el primero, las personas tienden a recordarte tus debilidades y las consecuencias de no aprobar el test; en cambio, en la motivación, las personas realzan los aspectos positivos y habilidades que posees, al mismo tiempo que tienen buenas expectativas acerca de tu futuro rendimiento, sin caer en disonancia cognitiva.

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