A continuación, ofrecemos algunos consejos para afrontar, de la mejor forma posible, las emociones y acciones que puedan estar experimentando los más pequeños del hogar.
En tiempos de pandemia, los niños y niñas, sin duda alguna, han sido uno de los más afectados como resultado del confinamiento y el distanciamiento social. Al no poder salir de sus casas y encontrarse con sus amigos o compañeros de colegio, podrían estar experimentando sentimientos de ansiedad, irritabilidad, desesperanza, rabia y confusión.
Muchas de estas emociones pueden ser nuevas y confusas. En ese sentido, desde Conectados, comprendemos lo fundamental que es prestarles atención en cada una de sus acciones. Para eso, los niños y niñas necesitan un adulto tranquilo, confiado y afectuoso que pueda entregarle calma y proteger su salud mental en tiempos de Pandemia.
1. Transmita calma y esperanza: Coméntales que todos somos protagonistas para enfrentar esta Pandemia, que todos estamos trabajando para poder llevar y solucionar esta situación.
3. Protéjalos de mensajes catastróficos y de la sobre información: No los exponga a noticias alarmantes relacionadas al Covi-19. Del mismo modo, ponga atención al tono de las conversaciones que se dan en el hogar respecto al virus. Sin negar la realidad, intenta explicarle de qué se trata, y lo importante que es prevenir y cuidarnos, como enseñándoles, en un lenguaje sencillo, cómo prevenir el contagio.
4. Hágale saber que esto es una situación transitoria: Es importante recordarles que pronto todo llegará a la normalidad. Que hay personas que se están encargando de resolver el problema. Transmita la importancia de mantener algunas rutinas básicas en el hogar, alternando diferentes actividades como juego, tareas, ejercicios y tiempos de ocio.
5. Intente comprender sus emociones: Observe y escuche atentamente sus inquietudes y preocupaciones, a través de expresiones o conductas que vayan presentando. Converse sobre las emociones, que todas las personas pueden tener, y que todas son válidas, como estar triste, enojado, feliz, entre otras. Es fundamental generar instancias, aunque sean cortas, de atención plena a los niños y niñas.
6. Aliéntese a expresar sus ideas: Escuche atentamente cuando un niño exprese sus ideas u opiniones, ya que esto podría ayudar en gran medida, a racionalizar sus emociones y aumentar el desarrollo de su pensamiento crítico. Esto, mediante preguntas como ¿ Qué piensas sobre eso?, ¿Qué harías tú en esta situación?.
7. Proporcionar tareas o actividades para la descarga de emociones: Al notar emocionalidades constantes por parte del niño o niña, es importante ayudarlos a expresar mediante ejercicios, tareas, actividad física, juegos, etc. Por ejemplo, si el pequeño está triste, podrías dedicarte a dibujar con él, y dejar que exprese dicha emoción en el arte. También puede ser el caso que el niño o niña tenga mucha rabia o energía, en ese sentido podrías planificar algunos ejercicios o actividades de ocio que tengan que ver con moverse, saltar, correr, esconderse, etc.
8. Ayúdales a encontrar el lado positivo de la cuarentena: Hazle ver las ventajas de permanecer en casa, mientras dure la medida de confinamiento. Destaque las acciones que hace el niño o niña para cuidarse y cuidar a los demás, como lavarse las manos, el distanciamiento social, y mantenerse en su hogar. Muéstrale cómo algunos grupos de personas se han organizado para ayudar en esta pandemia y toda iniciativa solidaria que ha surgido en el contexto actual. Es fundamental prestarles atención y dedicar tiempos diarios para estar con ellos. Para eso programe actividades didácticas, que les permita aprender, jugar y pasar un rato ameno, organizando juegos de mesa o actividades lúdicas en donde puedan poner a prueba sus habilidades para resolver problemas, etc.
9. Cuídese usted y no se exija, ni tampoco les exija tanto a ellos: Es importante comunicarles que no son vacaciones. Que tienes que trabajar, o estudiar, si es el caso. Te recomendamos llevar rutinas diarias y comunicarles lo que tienes que hacer. No seas tan rígido y permite siempre tener algunas horas diarias para estar con ellos. En ese sentido, facilita espacios para encuentros virtuales con sus amigos y familiares.
Es importante saber cuándo consultar con un especialista de la salud mental. A continuación, enumeramos algunos casos:
1. Si observamos, por ejemplo, preocupación constante sobre el coronavirus que no lo deja concentrarse en sus tareas o acciones diarias.
2. Alteraciones en sus rutinas de alimentación, asociado a un alto estrés debido a la pandemia.
3. Llantos excesivos o emociones intensas relacionadas con el tema, presentes por largos periodos.
4. Depresión o retraimiento constante.
Aún cuando los niños suelen ser flexibles (o adaptables) ante los cambios del entorno, no dejan de ser emocionalmente vulnerables. Por tanto, ante esta situación de contingencia, requieren más de nuestra atención y cuidado.
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